viernes, 4 de noviembre de 2016

Sesión 5: Terminamos el Pateador

Al comienzo de la clase de hoy, hemos recordado lo que habíamos estado viendo de robótica antes de Halloween: qué es un robot, qué partes lo forman y cómo se crean los programas que los controlan. Hoy hemos aprendido que los robots tienen sensores. Los sensores son como nuestros sentidos: permiten al robot ver, oír y sentir las cosas que están a su alrededor. Hemos puesto en común todos los sensores que conocemos: los que hacen que se abran la puerta automática del supermercado, los que hacen que unas escaleras mecánicas se pongan en marcha antes de subirnos, los que hacen que se enciendan los limpiaparabrisas del coche cuando empieza a llover... ¡hay sensores por todas partes!

Nuestro Pateador no iba a ser menos, así que le hemos puesto un sensor de ultrasonidos. Como no sabíamos qué podía hacer, hemos estado probando a ver cómo detectaba la bola que teníamos delante: si era más grande o pequeña, si era de folio o de papel de aluminio o si pasaba lejos o cerca de él.


Investigando hemos llegado a la conclusión de cómo funciona este sensor. El sensor de ultrasonidos funciona como los murciélagos: emite un sonido muy bajo y dependiendo del tiempo que tarde en rebotar, sabremos lo lejos que está un objeto de nuestro sensor.


Con lo que estuvimos viendo en las clases anteriores de nuestro Pateador, hemos seguido haciendo experimentos y combinaciones para ver cómo hacer que nuestra pelota llegase más lejos sin que el Pateador se cayese: lo ideal es que la pelota sea de papel, un poco más grande que el sensor y que en el programa no pongamos mucha potencia, ya que es lo que hace que pierda el equilibrio y se caiga.


La semana que viene comenzaremos un proyecto nuevo. ¡A ver cuál es!

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